Una nueva forma de describir el mar: Sirene Journal
Hay millones de amantes del mar en el mundo.
Y dado que el mar está hecho de agua, que es siempre la misma ya la vez diferente de sí misma, hay tantas maneras de amar el mar como de experimentarlo. Surf, un ferry, una balsa, pesca, natación, buceo, un puerto, respirar el aire salado, regatas, travesías oceánicas, viajar en solitario y un millón de formas más.
Hay en el mar y en su capacidad para resistirlo todo, para agitarse y calmarse, resoplar y dormir, una profunda reminiscencia ancestral para el hombre: la de estar mecido en un ambiente húmedo. El mar exorciza los primeros momentos de cada uno de nosotros en la vida terrena y es quizás por eso que representa una de las mayores fuentes de inspiración para poetas y novelistas.
El mar tiene un efecto diferente en todos, incluso haciéndolo aterrador. Pero donde este terror es soportable, se convierte en el tranquilizante más poderoso de la Tierra, a pesar de su constante inquietud. El mar, de hecho, es una gran dosis de alivio del estrés de la vida terrenal. Acuna pensamientos, ideas, angustias, frenesíes y los cambia, los trastorna, los convierte en ondas de tensión, ansiedad por deslizarse, velocidad por volver a subir cuando ya no se puede contener la respiración.
Si lo piensas bien, el mar cura los estados de ánimo de todos con una tranquilidad majestuosa.
Para describir el mar hace falta un trozo de mar, su calma y su profunda belleza. Sus historias, a veces infladas, a veces vagando en fantasías y rumores populares, son un pegamento único para el hombre que se siente atraído por ellas y que queda increíblemente fascinado cada vez.
El mar vibra por dentro con un oleaje muy lento e indisoluble, no regala emociones banales sino que libera la potencia lenta de su fluctuar en el interior de quien lo experimenta como sólo lo puede hacer la esencia primaria de la vida.
Son historias de este tipo, de vidas pasadas en el mar y de pedazos de mar, las que hacen de Sirene Journal una revista exclusiva (si hasta ahora sólo habías leído las revistas con anuncios de nuevos barcos y consejos sobre cómo desmontar la hélice). el motor, ¡aquí llegarás a otro planeta!).
Si no está hecho de la misma sustancia que los sueños, se diferencia solo ligeramente, Sirene es de la misma sustancia que el mar: el papel está hecho de algas recicladas, los colores van desde el blanco opaco de las conchas hasta el azul que domina. sin inmutarse Las imágenes te dejan sin aliento y, junto con las palabras, hablan de la antigua complicidad entre el hombre y el agua.
Esta revista no tiene más pretensiones que llevarnos por el Mediterráneo y los mares del mundo, hasta Punto Nemo, y contarnos historias reales del mar y de vidas vinculadas a él, desde el velero en Hawai hasta el metal y transbordadores oxidados que cada día llevan a la gente a las tareas de su vida terrenal.
En definitiva, muy recomendable si eres abstemio de la vela, el surf, el windsurf, la navegación en catamarán, la vela oceánica, el buceo y otras mil grandes carencias del elemento que nos dio la vida.
Sirene Journal se puede encontrar en la edición número 9 en Frab's en este enlace y la 10 en este enlace , con envío gratis.
Para quienes planeen un viaje a las islas del Mediterráneo, la combinación con el Pasaporte de las Islas es imprescindible. Un formato revolucionario en guías turísticas independientes para aquellos que quieren descubrir (y viajar) de forma alternativa Formentera, Caprera, Pantelleria, Koufonissi, Kastellorizo. Estos también, rigurosamente impresos en papel de algas reciclado.
Buenos vientos y feliz lectura!